
Cada vez más personas están experimentando el "miedo a perderse experiencias", el famoso FOMO. Se trata de un trastorno de ansiedad asociado a las redes sociales que provoca el deseo de estar continuamente conectado con lo que están haciendo los demás.
Podemos darnos cuenta, sobre cómo somos cada vez más propensos a compararnos con los demás, sentir envidia y buscar estatus a través de la atención que recibimos y es algo que se ha intensificado con nuestra capacidad para comunicarnos tan rápidamente con tanta gente.
Y puede que a muchos de nosotros, esto nos motive a ser cada día mejor personas, a desarrollar nuevas habilidades, fortalezas y talentos, pero también es cierto que puede ser una peligrosa espada de doble filo porque nos puede dejar sintiéndonos frustrados, inferiores, y llevarnos a atacar o a sabotear a otros.
Por eso es que muchos expertos, están haciendo su misión, la tarea de presentar al público, con investigaciones y estadísticas de lo mucho que esto está afectando nuestro bienestar mental.
Una adicción que te desconecta y te aleja de disfrutar el momento presente.

Recientemente, contacté a unos de mis mejores amigos, un gran músico cuya vida como es de esperarse es más pública que privada. Y fue interesante darme cuenta de que lo que me llevó a buscarlo fue el hecho de que tenía varios días sin hacer publicaciones en las redes sociales.
Le pregunté, ¿está todo bien contigo?, y él perfectamente sabía a qué me refería sin que yo hubiera aclarado por qué lo preguntaba. Me dijo que estaba cansado de la "falsedad" que se vive en las redes sociales, y que se había dado cuenta de que ya no estaba teniendo control de la manera en la que estaba consumiendo contenidos. Se volvió consciente de que esto estaba afectando su bienestar mental y emocional y por su propio bien y el de su creatividad, había decidido alejarse de las redes sociales por un tiempo.
Esta respuesta me pareció muy admirable, y sensata. Le dije: Te entiendo, a mí las dietas digitales también me han salvado la vida en tantas otras ocasiones.
Y es que además de fomentar una "comparatitis crónica", ya no estamos valorando los pequeños instantes que forman una vida real, una vida de interacciones auténticas y de momentos valiosos que cada día nos ofrece en el mundo fuera de las pantallas.
Mi amigo, me llevó a tomar la decisión de llamarlo, o enviarle un mensaje directo para preguntar cómo estaba, y qué había de nuevo. Porque sus historias en Instagram, o sus publicaciones en Facebook me mantenían informada con las últimas novedades sobre lo que estaba haciendo y sobre su proyecto musical.
¿Qué pasaría si todas las personas de nuestro círculo social desaparecieran de las redes? Entonces, nos veríamos obligados a contactarlos directamente para tener de primera mano, las noticias sobre lo que está ocurriendo en sus vidas, y sé que muchas personas están viviendo ésta sensación de estar más desconectados que nunca, a pesar de que cada vez hay mas formas de mantener una comunicación.
5 Beneficios de practicar un détox digital:
Practicar la desintoxicación digital, que significa desconectarse temporalmente de la tecnología y los dispositivos digitales, puede tener varios beneficios para nuestro bienestar mental y físico. Estos son algunos de los beneficios clave de la desintoxicación digital:
1. Mejora de la salud mental:
La exposición constante a dispositivos digitales puede aumentar el estrés, la ansiedad y la depresión. Al desconectarnos de la tecnología, podemos reducir estos efectos negativos y mejorar nuestra salud mental en general.
Es importante aprovechar este tiempo para entrar en interacciones significativas con personas que queremos, que se preocupan por nosotros y que quieren nuestro bienestar. También es una oportunidad para conectar con nuestras metas, y hacer más de lo que nos da alegría y placer.
2. Productividad incrementada:
Los dispositivos digitales pueden distraer e interrumpir nuestro enfoque, lo que lleva a una disminución de la productividad. Al tomar un descanso de la tecnología, podemos concentrarnos en otras tareas y ser más productivos.
Una práctica sana es desactivar las notificaciones de las apps que tenemos instaladas en nuestros dispositivos. Sabemos bien que cada notificación puede convertirse en minutos si no es que horas de estar consumiendo contenidos que no nos llevan a ningún lado sino a más distracciones. Es preferible que tú seas quien decide cuántas veces estarás revisando tus notificaciones al día y aún mejor, que definas un tiempo con cronómetro en mano de cuánto tiempo te vas a permitir permanecer revisando tus notificaciones. No todas las notificaciones son tan importantes.
Otra práctica que es muy poderosa es comenzar a darte de baja de las suscripciones que tienes activas en tu bandeja de entrada. Está comprobado que si lo primero que hacemos al comenzar el día es leer nuestros mensajes, notificaciones y correos, nuestra productividad se disminuye 30% a la semana.
Por último, filtra sin piedad los contenidos que consumes. Muchas de las cuentas que sigues no están aportando contenidos positivos que te lleven a sentirte mejor. Hay personas a las que sigues con las que te comparas que te hacen sentir menos feliz, menos pleno y tal vez por tu bienestar es mejor dejar de seguirles o de estar tan pendientes de sus contenidos.
3. Dormir mejor:
La luz azul emitida por los dispositivos digitales puede alterar nuestros patrones naturales de sueño. Al evitar las pantallas antes de acostarnos y durante una desintoxicación digital, podemos mejorar la calidad de nuestro sueño.
Las notificaciones, me gusta, y publicaiones de otros estimulan nuestro cerebro generando dopamina y otros químicos que nos mantienen alerta y alteran nuestros patrones de sueño. Por eso es tan importante que por lo menos una hora antes de dormir, elijamos dejar las pantallas de lado y optar por otras opciones de terminar nuestro día para prepararnos para un descanso pleno y reparador.
Relaciones mejoradas:
Los dispositivos digitales pueden crear una sensación de aislamiento y disminuir la comunicación cara a cara. Al desconectarnos de la tecnología, podemos concentrarnos en construir conexiones más profundas con las personas que nos rodean.
En mi caso, el hecho de que mi amigo esté en una dieta digital nos llevó a acordar vernos en persona para ponernos al día cara a cara y por supuesto este tiempo es mucho más valioso que el que puedo pasar simplemente viendo una historia de Instagram.
Mejora de la salud física:
Los dispositivos digitales pueden conducir a un estilo de vida sedentario y contribuir a problemas de salud como fatiga visual, dolor de cuello y síndrome del túnel carpiano. Al desconectarnos de la tecnología, podemos realizar más actividad física y mejorar nuestra salud en general.
En general nuestra energía se siente mejor cuando nos damos el tiempo de disfrutar la vida. Hace 10 o 20 años teníamos menos problemas de ansiedad y depresión y es que pasábamos más tiempo haciendo otras actividades, salíamos a caminar, a ver el mundo y es importante retomar éstas actividades nuevamente.
En general, practicar la desintoxicación digital puede ayudarnos a reducir el estrés, mejorar nuestras relaciones, aumentar nuestra productividad y mejorar nuestro bienestar general.
Si deseas aprovechar tu próxima dieta digital para crear una estrategia de vida que te lleve a avanzar con tus metas, a ser más feliz, a ser más productivo o a mejorar tus relaciones, también puedes programar una consulta gratuita conmigo para conocer tus necesidades y co-crear un plan que te lleve a vivir tu mejor vida.
Comments